Saliste del baño, luego entró Harry.
Estabas solo en sostén y poniéndote un pantalón, cuando Harry salió del baño.
-Harry: ¿sabes que se me antojó?
-Tu: ¿qué?
-Harry: quedarnos en la cama unos minutos más, Edward puede esperar ¿Qué dices?
-Tu: no, fue suficiente anoche
-Harry: _______ yo quiero, dime que sí –te abrazó por la cintura
-Tu: Harry, ayer me lastimaste cuando estabas como embrujado, aun me duele
-Harry: <hizo una mueca> perdóname, <te abrazó más fuerte> te juro que no quise, ni siquiera sé que me pasó, no sabía lo que hacía. Lo que causa el placer –te besó
-Tu: sí, volaste muy alto –te separaste de él y fuiste en busca de una camisa
-Harry: déjame ver donde te lastimé
-Tu: sabes donde
-Harry: pero quiero ver
-Tu: no molestes Harry
-Harry: ven aquí, enséñame
Empezó a forzar contigo para quitarte el pantalón, lo pateabas y golpeabas mientras reías y le pedías que te dejara, pero él seguía tratando de bajar tus pantalones
-Tu: déjame Harry, eso da vergüenza
-Harry: como si no te hubiera visto antes
-Tu: no importa, ya déjame
Estabas acostada en la cama con las manos de Harry en el cierre de tu pantalón, peleando para quitártelo.
-Tu: déjame o te castigo –te miró y rió
-Harry: soy Harry no Edward
-Tu: sé que eres Harry, también puedo castigarte. Déjame o lo hago
-Harry: ¿con qué me vas a castigar?
-Tu: ¿quieres hacer la prueba? <no le importó y siguió forzando. Reíste> ya, ya en serio Harry, déjame
-Harry: en serio y te ríes. Déjame ver
-Tu: ¡Harold Edward Styles, déjame ya!
Siguió peleando contigo. Cuando ya estaba a punto de bajar el pantalón, Edward abrió la puerta y entró a la recamara. Se quedó mirando pensando que peleaban en serio hasta que te vio reír
-Tu: ayúdame Edward
Edward corrió y se subió a la espalda de Harry; empezó a halar del cabello de Harry y a darle golpes para que dejara de molestarte.
Harry dejó de luchar contigo y en seguida te levantaste de la cama. Harry se inclinó hacia adelante e hizo que Edward cayera en la cama
-Tu: vas a golpearlo, Harry
-Harry: no le pasa nada y no me digas nada que no me quisiste enseñar
-Tu: no te diré nada –le sacaste la lengua y saliste de la recamara.
Bajaste al patio a buscar a Bebé, lo llevarías también al parque.
Harry y Edward seguían arriba jugando, hasta que escucharon tu grito desde abajo diciéndoles que ya te ibas. Bajaron corriendo hasta llegar a tu lado.
Salieron juntos hacia el parque que quedaba a unas cuadras después de la casa.
Edward jugaba con el perro por todo el parque mientras Harry y tú lo observaban desde una banca.
-Harry: ¿a qué hora llega Mandy?
-Tu: no sé, en algunas horas
-Harry: ¿vas a buscarla al aeropuerto o va Niall?
-Tu: supongo que los dos, ¿vas conmigo?
-Harry: no, sería algo incómodo.
-Tu: entiendo. ¿Sabes lo extraño de todo esto? Mandy me dice que no nos encontraremos con lo que esperamos, como si nos fuéramos a llevar alguna sorpresa. No entiendo
-Harry: ¿se habrá casado?
-Tu: no, ella me dijo que no está con nadie
-Harry: bueno te tocará esperar a que llegue
-Tu: sí. Después de aquí vamos a la casa y luego me llevas con Niall
Asintió y se quedó en silencio.
Miró al suelo y empezó a sonreír de la nada, miraste al mismo lugar que él pero no había nada que causara gracia. Su sonrisa desapareció y se puso serio, apretó su mandíbula y cerró su puño ¿Qué estará pensando?
-Tu: ¿Qué te pasa?
Parpadeó un par de veces y te miró, te regaló una sonrisa a medias.
-Harry: nada
-Tu: ¿Por qué hacías todas esas muecas?
-Harry: estaba recordando
-Tu: ¿Qué cosa?
-Harry: nada, olvídalo
-Tu: dime qué es
-Harry: no importa ya, olvídalo –te dio un beso
-Tu: está bien
Volvió a quedarse en silencio, observando al suelo.
Algo extraño pasaba en su mente, estaba recordando tolo lo que había vivido, todo lo que había hecho estando a tu lado los últimos años, desde el instante en que te conoció; todo lo recordaba, cada palabra, cada acción.
No quería recordar nada del terrible pasado que te había tocado vivir y del cual él era testigo, pero todo se reproducía sin pausa en su cabeza.
Te levantaste de la banca y fuiste con Edward a los columpios para empujarlo, el perro jugaba con una piedra que había encontrado
-Edward: ¿mi papá se siente mal?
Miraste a Harry, tenía los codos apoyados a su regazo y con sus manos sostenía su cabeza. No tenías idea de que le pasaba, pero no querías ir a preguntarle, sabías que no te diría.
-Tu: no sé, tal vez le duele la cabeza ¿quieres un helado?
-Edward: ¡sí!
Saltó del columpio quedando de rodillas en el pasto. Corriste a verlo pensando que estaría llorando pero se estaba riendo
-Tu: estás loco. No vuelvas a tirarte así, puedes lastimarte
-Edward: me duele –seguía riendo
-Tu: ¿estas riéndote o llorando?
-Edward: riendo, pero me duele
-Tu: <reíste> ven, levántate
Revisaste sus rodillas, solo estaba rojo pero no se había lastimado. Lo tomaste de la mano y fuiste con él a comprar un helado.
Volvieron y se sentaron bajo un árbol cerca de los columpios junto con Bebé. Hablaban y reían, es ocasiones lo regañabas por darle de su helado al perro.
Harry seguía ido, perdido en sus pensamientos. No era agradable verlo así
-Edward: ya me quiero ir, tengo hambre
-Tu: vamos, llevamos a bebé a la casa y vamos a buscar a Niall para ir a comer
-Edward: ¿hoy viene la tía Mandy?
-Tu: sí, ahora vamos a buscarla
-Edward: ¿es bonita, como tú?
-Tu: <sonreíste> sé, muy bonita. Anda a decirle a tu papá que nos vamos, yo voy adelante con bebé
Asintió y corrió hacia Harry, te levantaste y empezaste a caminar con Bebé a tu lado. Llegaron a la casa, minutos después llegó Harry con Edward.
Edward fue a cambiarse de ropa, mientras tú le dejabas de comer al perro.
-Harry: ________ toma <te dio sus llaves> ve tú sola, yo no me siento bien
-Tu: ¿me dirás que te pasa? Has estado así toda la tarde
-Harry: no pasa nada, solo me duele la cabeza y no estoy de ánimos
-Tu: bueno, si necesitas algo llámame
Asintió y subió las escaleras, Edward bajó y fueron al auto.
Fueron al departamento de Niall y luego fueron juntos a comer.
Niall era otro que estaba raro, pero entendías que solo estaba nervioso y ansioso por la llegada de Mandy
-Niall: ¿y Harry? ¿Ya arreglaron las cosas?
-Tu: sí, se quedó porque no se sentí bien
-Niall: hace un rato pasa por la casa de mi mamá, me preguntó por ti. Dice que por qué no has ido a visitarla después de tantas veces que limpió tu pañal –rió
-Tu: <reíste> iré pronto
-Niall: también me regañó porque dice que estoy viejo y no tengo esposa ni hijos
-Tu: no estás viejo, sigues siendo un bebé –apretaste su nariz
-Edward: sí estás viejo, yo soy un bebé
-Niall: tienes razón enano –despeinó su cabello
Terminaron la comida y volvieron a departamento, estuvieron ahí por unos minutos hasta que tu celular sonó, era Mandy
/LLAMADA TELEFÓNICA/
-Tu: ¿llegaste?
-Mandy: no, aún estoy en Suiza
-Tu: ¡¿Qué?! Hace más de 8 horas estabas subiendo al avión ¿Por qué sigues en Suiza?
-Mandy: es broma tonta, te dije que llamaría al llegar, es obvio que ya estoy aquí
-Tu: casi entro en el celular y te golpeo
-Mandy: eso no es posible <rió> ¿Qué esperas para venir a buscarme?
-Tu: ya voy
-Mandy: bien, te espero
/FIN DE LLAMADA/
Colgaste y miraste a Niall, movía sus piernas con desesperación y estaba rojo. Estaba muy nervioso
-Tu: ¿vamos?
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