Después de haber jugado casi todo el día bajo la lluvia, en la noche quedó rendido mientras veía una película a tu lado. Lo llevaste a su recamara y volviste al living a seguir viendo la televisión, sin darte cuenta te quedaste ahí dormida.
Unas pequeñas y frías manos te despertaron, al abrir los ojos notaste que aún era de noche.
-Tu: ¿Qué pasa?
-Edward: te quedaste dormida mami
-Tu: ¿Qué haces despierto?
-Edward: estaba tomando agua
-Tu: vuelve a la cama entonces, ya es tarde
-Edward: ¿duermes conmigo? Vamos mami
-Tu: está bien, vamos
Te levantaste, apagaste todas las luces y subiste con Edward a su recamara, te acomodaste en la cama y él se acostó sobre ti, dejando su cabeza sobre tu pecho
-Edward: bum, bum, bum –golpeó la cama
-Tu: ¿Qué fue eso?
-Edward: así suena tu corazón, es como un tambor
-Tu: <reíste> estás loco <anduviste su cabello> hay que cortarte el cabello
-Edward: ¡no! Yo no quiero
-Tu: ¿Por qué no?
-Edward: quiero tener el cabello largo como mi papá, él me dijo que no dejara que me lo cortaran
-Tu: debí imaginarlo, pero igual hay que cortarlo, está muy largo y vas a parecer niña
-Edward: entonces poquito, no mucho
-Tu: sí, pero ya duérmete
Se quedó en silencio. Cerraste los ojos sin dejar de tocar su cabello, era como tocar el de Harry.
Empezabas a quedarte dormida hasta que su voz hizo que te espantaras y abrieras los ojos de golpe, pues pensabas que se había dormido
-Edward: ¿Cuándo va a venir la tía Mandy?
-Tu: pronto niño, ya duérmete. Hablas mucho
-Edward: mala
Reíste, pero él se quedó callado.
Conocía de Mandy porque constantemente escuchaba que hablaban de ella hasta que un día preguntó quién era y le dijeron que su tía.
-Edward: mami
-Tu: ¿Qué, Edward?
-Edward: ¿Cuándo voy a tener hermanitos?
Que pregunta ¿más hijos? Sí habían hablado de tener más hijos, incluso Harry pidió otro recién nació Edward, pero habían ocupado todo el tiempo en Edward que no volvieron a hablar sobre más bebés.
Pero pensándolo bien, era hora de darle un pequeño hermano a Edward.
-Tu: no lo sé, hablaré con tu papá
-Edward: ¡sí! Quiero un hermanito o hermanita para jugar
-Tu: está bien Edward, pero ya duérmete por favor
Está vez se quedó en silencio y se durmió, lo supiste porque de pronto se volvió más pesado.
¿Te quedarías allí o irías con Harry? ¿Qué tiene de malo dormir con tu hijo? Nada, pero Harry pensaría que lo evitabas. Que piense lo que quiera, igual eso no era cierto.
Edward se despertó, te vio dormida, te dio un beso en la mejilla y luego salió de la recamara, fue corriendo a la de su padre.
Harry seguía dormido, Eddie subió a la cama y saltó en ella hasta que Harry despertara, tomó a su hijo de los pies haciendo que cayera rebotando sobre el colchón y riera a carcajadas
-Edward: ¡otra vez, otra vez! –saltó
-Harry: no, ya. Ven aquí <lo acostó sobre su regazo> ¿Dónde está tu mamá?
-Edward: dormida en mi cama
-Harry: ¿durmió contigo?
-Edward: sí
-Harry: increíble -susurró
-Edward: papá, ayer lloré
-Harry: ¿Por qué?
-Edward: porque tú y mamá gritaron, no quiero que griten
-Harry: no tenías que llorar por eso, tonto
-Edward: mi mamá también me dijo así, dijo que se quieren mucho ¿tú la quieres?
-Harry: claro que sí Eddie
-Edward: ¿Por qué no le dices? Yo ayer le dije y me abrazó
-Harry: <sonrió> se lo diré, solo por ti. Ahora ve a darte un baño, yo también haré lo mismo
Edward asintió y fue a su recamara, topó contigo mientras salías.
-Tu: eres un mal compañero, me abandonaste
-Edward: perdón mami, voy a bañarme
Te dio un beso en la mano y entró a la recamara, solo sonreíste y fuiste a la cocina.
Estabas preparando el desayuno cuando tu celular empezó a sonar. Justo en ese momento Harry iba a hacer las paces pero se detuvo al escuchar con quien hablabas. Contestaste.
/LLAMADA TELEFÓNICA/
-Tu: hola
-Xxx: hola linda, buenas noticias
-Tu: ¿Liam?
-Liam: el mismo, soy el único con esta voz sexy
-Tu: <reíste> sí, claro
-Liam: bueno para lo que te llamaba, ya tengo el número de Mandy
-Tu: ¿hablas en serio? ¿No estás jugando? No es una buena broma
-Liam: hablo muy en serio, fue fácil
-Tu: pero ¿Cómo?
-Liam: ya sabes, viejos contactos, muchas llamadas y lo conseguí
-Tu: wow, ¡Gracias! Pero ¿Cómo sabes que sí es?
-Liam: llamé y contestó una chica, le pregunté su nombre y si es ella
-Tu: ¿Por qué no pensé en ti desde un principio?
-Liam: te habías olvidado de mi existencia pero no importa
-Tu: no, jamás me olvidaría de ti, ¿Cómo puedo pagarte esto?
-Liam: pues…
-Tu: ¡Liam!
-Liam: es broma, es broma, no pienses en eso. Yo hago lo que me pidas, tú no te preocupes
-Tu: de verdad mil gracias
-Liam: de nada, te enviaré el número y la dirección por mensaje
-Tu: ok, gracias. Te adoro
-Liam: yo igual, hablamos luego y me dices que tal te fue
-Tu: sí, hasta luego
/FIN DE LLAMADA/
Diste unos brincos de felicidad, como una niña. Querías llamar enseguida pero preferías decirle a Niall y que él se encargara de hablar con ella
-Tu: ¡Edward y Harold! Ya está el desayuno –gritaste desde la cocina
Ambos se sentaron a comer, tú comiste rápido, en silencio pero con una sonrisa
-Tu: iré a bañarme, cuando termines de comer te vas a arreglar –le dijiste a Edward
-Edward: ¿A dónde vamos?
-Tu: a ver a Niall –te levantaste y fuiste a arreglarte
-Harry: ¿te vas a ir y me dejaras aquí solo?
-Edward: ¿no vas?
-Harry: no
-Edward: ¿no le dijiste a mamá te quiero mucho?
-Harry: no
-Edward: dile papá
-Harry: luego, ¿me dejarás solo?
-Edward: voy a cuidar a mi mamá
-Harry: tienes razón, anda a cambiarte
Edward se levantó y fue a su recamara a cambiarse de ropa, Harry también se levantó y subió a la recamara, te encontró vistiéndote.
Tenía ganas de correr hacia ti y lanzarse contigo a la cama, pero no lo haría.
-Harry: ¿de verdad vas a ver a Niall o es solo una excusa para ver a Liam?
No pensó en decir eso, solo salió de su boca sin pedir permiso. Se maldijo a él mismo, sabía que era inicio de otra discusión.
-Tu: <giraste los ojos y suspiraste> crees que si fuera como tú dices ¿llevaría a Edward conmigo, para que luego te lo diga?
-Harry: entonces ¿Qué hacías hablando con él? ¿Por qué él tiene que llamarte?
-Tu: ¿Por qué? Porque él… yo, no tengo porque darte explicaciones, puedes pensar lo que quieras y seguir sacando tus estúpidas conclusiones
-Harry: ¿Qué escondes? ¿Qué pierdes en decirme la verdad?
-Tu: no escondo nada, estarías enterado de todo si me hubieras dejado explicarte desde un principio pero todo lo arreglas discutiendo y no me escuchas. Otra cosa, por favor deja de gritar, por tu culpa Edward estaba llorando ayer
-Harry: ahora yo tengo la culpa ¿Por qué me evitas desde ayer y no dormiste en la misma cama que yo?
-Tu: ya me tienes harta Harry, siempre con tus malditas inseguridades, no sé cómo es que sigo contigo
-Harry: si es así y te tengo harta ¿Por qué no te vas? ¿Qué esperas? Nadie te detiene
-Tu: ¿entonces eso es lo que quieres? Está bien, <diste media vuelta> luego regreso a recoger mis cosas y las de mi hijo ¿o quieres que ya me vaya?
-Harry: has lo que quieras
-Tu: está bien, cariño
Resaltaste la última palabra y saliste de la recamara, tus ojos se cristalizaron en menos de un segundo, Edward estaba sentado en la escalera esperándote. Lo tomaste de la mano y saliste de la casa con él.
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