viernes, 22 de marzo de 2013

Capitulo 56

Te detuviste y lo miraste enojada, Harry seguía dormido; te levantaste de la cama envuelta en la sábana y con una almohada en la mano, se la lanzaste a Harry en la cara y caminaste al baño de la recamara, escuchaste a Harry antes de cerrar la puerta.
-Harry: ¿Qué pasó?

Le enseñaste el dedo medio y entraste al baño azotando la puerta.

Harry se levantó y recordó que estaba desnudo, sonrió al recordar lo de la noche anterior, buscó su pantalón y se lo puso, luego caminó hasta la puerta del baño y tocó.

-Tu: no me molestes

-Harry: ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?

-Tu: dije que no me molestes

-Harry: ¿Qué hice?

No le contestaste y seguiste bañándote. Se sentía horrible ser llamada por otro nombre, odiabas eso, nunca antes te había ocurrido, pero siempre odiaste cosas como esas.

Harry no entendía tu cambio de humor tan repentino, solo se sentó en la cama a esperar que salieras del baño.

Saliste y él se levantó, pero tú lo ignoraste y seguiste tu camino hasta el armario, sacaste la ropa que te pondrías y caminaste de vuelta al baño, pero Harry se atravesó en tu camino, lo miraste directo a los ojos.

-Tu: ¿puedes darme permiso?

-Harry: ¿te pasas algo conmigo?

-Tu: permiso

-Harry: <pone sus manos en tus mejillas> ¿Qué hice? No me trates así.

Te dijo esto con una mirada de perrito triste, con esos ojos hermosos que convencen a cualquiera, pero ¡NO!, no te convencería, estabas muy enojada.

Quitaste sus manos de tu rostro y lo esquivaste caminando hacia el baño.

-Harry: si eso quieres ¡Bien!

-Tu: <entras al baño> ¡bien! –cierras la puerta de un golpe


Harry tomó una toalla, buscó su ropa y fue al baño de abajo.
Al terminar de vestirte saliste del baño y notaste que Harry no estaba, así que aprovechaste para ordenar un poco, al terminar tomaste tu bolso y bajaste las escaleras caminando hacia la puerta; justo en ese momento Harry salía del baño.

-Harry: ¿A dónde vas?

-Tu: <suspiras y te volteas> a hacer la prueba

-Harry: ¿y Liam?

-Tu: está allá

-Harry: espérame

-Tu: ¡no!

Volteaste nuevamente hacia la puerta y saliste del apartamento.

-Harry: ¡¿pero que le pasa?!


Subió las escaleras corriendo, entró a la recamara buscó su celular y lo metió en un bolsillo de su pantalón, luego bajó rápidamente, tomó sus llaves y salió del lugar.
Bajó rápidamente al estacionamiento, subió a su auto y salió hasta la entrada del edificio, rogaba encontrarte allí.

Y sí, allí estabas, esperando a que pasara un taxi.

¿Por qué lo tratabas de esa manera? Le dolía, pero también le molestaba que lo ignoraras y no quisieras intercambiar ni una sola palabra con él; lo pero era que ni siquiera sabia qué había hecho mal.

Detuvo el auto frente a ti.

-Harry: súbete

-Tu: ¡no gracias!

-Harry: no encontrarás un taxi aquí, sube por favor.

Rodaste los ojos, no tenias otra alternativa, así que subiste al auto.

-Harry: ¿puedo saber qué te pasa conmigo?

-Tu: no

-Harry: ¡¿Qué hice?!

Mas bien se preguntó para él mismo, aunque en voz alta.
Mientras conducía trataba de recordar qué había hecho, pero no tenia la mínima idea del porqué de tu enojo.


Llegaron al lugar y ambos bajaron del auto, entraron al consultorio y allí estaba Liam, los vio entrar, Harry y tú se sentaron a su lado, tú en medio de los dos.

-Tu: hola

-Liam: hola

Harry y Liam solo intercambiaban miradas asesinas. Enseguida el doctor se acercó a ustedes.

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