Capitulo 73

Harry fue a darse una ducha mientras tú hacías la cena.
Al terminar te sentaste en la mesa a esperar a Harry.

Harry bajó las escaleras y se sentó al frente de ti

-Harry: ¿hace calor o soy solo yo? –dijo moviendo su cabello hacia atrás y poniéndose un gorro

-Tu: eso explica porque estás solo en bóxers

-Harry: puedo quitármelo, no tengo problema con eso

-Tu: no Harry

-Harry: sé que te gusta verme así –sonrió pícaro

-Tu: Harry por favor –riendo

-Harry: no entiendo porque te da pena hablar de esto, pero está bien, luego lo haremos.

-Tu: ¿sabes? Estaba pensando en algo

-Harry: ¿Qué?

-Tu: debería trabajar

-Harry: ¿trabajar? ¿Para qué?

-Tu: no quiero molestar mas a mi mamá, quiero ganar mi propio dinero y ahorrar para comprar una casa ¿Qué dices?

-Harry: _______, apenas tienes 16

-Tu: ¿y? pronto cumpliré 17

-Harry: no me parece necesario que trabajes

-Tu: ¿Por qué no?

-Harry: simplemente no estoy de acuerdo

Te levantaste de la silla y fuste hacia Harry

-Tu: Harry, por favor –haciendo pucheros

-Harry: si quieres yo trabajo, pero tú no

-Tu: ese no es el punto, yo quiero trabajar –bajaste la cabeza e hiciste como si estuvieras llorando

-Harry: ven acá <te sienta en su regazo> eso no funciona conmigo

-Tu: <ríes> Harry dime que sí

-Harry: no

-Tu: <te levantas> lo haré quieras o no

Recogiste los platos sucios y fuiste a lavarlos a la cocina.
Harry se levantó y fue hacia ti, te rodeó la cintura con un brazo y te apretó contra él, besó tu cuello mientras acariciaba tu cintura.

-Tu: déjame

Te movías evitando sus besos, Harry te apretó mas hacia él para así evitar que lo esquivaras.

-Harry: que ruda <besando tu hombro> ¿para que me preguntas si aun así lo harás?

-Tu: pensé que estarías de acuerdo

-Harry: no, porque las princesas no trabajan

-Tu: no soy una princesa

-Harry: para mi sí y debes ser tratada como una de ellas

-Tu: pero no entiende Harry, no quiero ser conocida como la bebé de mamá, quiero trabajar para pagar nuestros gastos y lo demás.

-Harry: yo puedo hacerlo, no tienes que ser tú

-Tu: pero Harry

-Harry: <te da vuelta, quedando frente a frente> no quiero que tus manos hagan algo más que tocarme <poniendo tus manos en su pecho> no quiero que tus ojos miren otra cosa que no sea yo. ¿Entiendes? Te quiero solo para mi

-Tu: pero soy solo tuya

-Harry: <te besa> eso puede cambiar

-Tu: vamos Harry, ¿volveremos a pelear por tus celos?

-Harry: no son celos, solo <pega su frente a la tuya> solo tengo miedo

-Tu: ¿a qué?

-Harry: a que te pase algo, y no pueda estar allí para cuidarte, también a que encuentres alguien mejor que yo y me dejes

-Tu: eso no pasará

-Harry: <suspira> está bien

-Tu: ¡sí!


Diste algunos brincos, hasta que trepaste encima de Harry pasando tus piernas alrededor de su cintura, Tus manos alrededor de su cuello y él te sostenía con sus manos debajo de tu trasero.

-Tu: <lo besas> eres el mejor

-Harry: y tú eres la mejor tratando de convencerme

Besaste sus labios mientras jugabas con sus rizos, te sentó sobre un mueble que llegaba a la altura de se cadera, te apretó contra su erección lo que provocó que se te escapara un gemido.

-Harry: puedo hacerte mía, aquí, justo ahora; está vez no me dejarás así –susurró en tus labios

Soltaste una sonrisa picara y le diste un mordisco a sus labios

-Tu: aquí no

-Harry: no harás que me detenga –besando tu cuello

-Tu: no te pido que te detengas, solo aquí no

-Harry: ok

Volvió a alzarte, pero sin dejar de besar tu cuello y labios.

En pocos segundos ya estaban en la recamara. Solo sentiste como lentamente se acostaban sobre la cama sin separar sus labios por ningún segundo.

con tus manos acariciabas sus rizos y su cuello delicadamente, Seguían besándose mientras empezaba a quitar tu ropa, tu cuerpo se erizo, él lo noto y mordisqueo el lóbulo de tu oreja, jugueteando con él. Notaste como desabrochaba tu sostén y gimió mientras acariciaba tus pechos, masajeándolos con suavidad.

Una dulce tortura que te hacía gemir una y otra vez, entregándote a él en cada caricia.

-Harry: esta estorbando esto

Dijo bajando sus bóxers y bajando tu pantalón y lo que faltaba.

Harry se acomodó entre tus piernas listo para entrar en ti, tu solo cerraste los ojos y lo acercaste a ti para ahogar gemidos entre besos; suavemente entró en ti haciendo que tu espalda se encorvara de placer para seguir el ritmo con lentos movimientos y gemidos ardientes.

Ahora eran Dos cuerpos convertidos en uno solo, unidos en el calor de la pasión y el fuego del deseo.

Dieron vuelta, quedando tú arriba de él

-Harry: muéstrame lo que sabes, como la primera vez

Ahora eras tú la encargada de los movimientos, cambiando de lento y suave a rápido y fuerte.

-Tu: ¡Oh Harry!

Gritaste al llegar al orgasmo, mientras él también llegó al orgasmo dentro de ti.
Cayeron exhaustos juntos, cuerpo con cuerpo sin separarse aún.